El fin de Sánchez: cuando los memes derriban gobiernos

(Este artículo fue originalmente escrito el pasado 29 de mayo, tras el anuncio de adelanto electoral por parte de Pedro Sánchez, precipitado por los malos resultados del PSOE en los comicios municipales. Errado en sus vaticinios, podéis leer la segunda parte aquí, también enlazada al final del texto.)

Lamentábase un buen amigo socialista, cifras macroecónomicas en mano, de no entender por qué el votante español ha dado la espalda a Pedro Sánchez. En una desaforada apología de internet, intenté reducir lo ocurrido a la evolución de los memes sobre el resistente por antonomasia, el príncipe de los aviones presidenciales, el de la sonrisa de hierro y puño de gato (o tal vez fuera al revés).

Empecemos por el final, a lo Netflix, con un ojeroso (pero gallardo) Sánchez anunciando el adelanto electoral desde los escaloncitos de entrada a la Moncloa, al más puro estilo Downing Street. Pero veamos como hemos llegado hasta aquí en tres actos y un epílogo:

  1. Perro Sánchez

Historia: 4/5. Es apócrifo, pertenece al pueblo, sublima un sentir popular. Probablemente popularizado por el vídeo del niño culpando a su Sanchidad del cierre de la estación de esquí de Navacerrada:

Música: 4/5. La “rr” en Perro hace las veces de sierra eléctrica de odio. Así, su duración y saña ejercen de rabiómetro bien calibrado. Admite también la variación “Me las pagarás, Perrrro Sánchez”, que remite a peliculas de espachines e Íñigos Montoyas: promesa de venganza con la que es muy difícil no simpatizar.

Veneno: 2/5. El problema de este apodo es la falta de conexión con la realpolitik. Sí, tal vez insinúa que Sánchez no es de fiar, como callejero can, pero no tiene la suficiente mordiente para hacerle mella permanente.

Daño Final: 3,3

  1. Falconetti

Historia: 2/5. El origen de este meme es conocido y artificial, y por tanto carece de la fuerza de la genuina e imperfecta tradición, como si de un vaso de gazpacho "Alvalle" se tratase. Su autor: el meteorólogo frustrado Federico Jiménez Losantos, que enriqueció su colección de odios selectos con este nuevo hit.

Música: 5/5. Simple, certero, mediterráneo, puro marketing.

Veneno: 2/5. Buscaba aquí Federico una sublimación de una categoría (mafioso, chulo) mediante una anécdota (los viajes en el avión oficial Falcon). Aunque bien tirado, no estoy seguro de que esto debilite la figura de un Pedro que -me da a mí- busca también vender esa figura polarizante y megalómana-titánica-estadista con capacidad de encandilar en varios idiomas.

Daño Final: 3

  1. ¡Que te vote Txapote!

Historia: 5/5. La historia de este meme tiene las hechuras de lo épico y el carácter de lo insuperable. Todo empezó una soleada mañana de febrero, en el polígono industrial de Soto de Cazalegas, provincia de Toledo1. Un vecino, que responde al nombre de Chema2, espera a pie de nave para intervenir en directo en un magacín matinal de TVE, en relación a haber sido ilegalmente multado por exceso de velocidad con una suerte de radar privado. Entonces sucede esto:

Por mucho que el periodista sea profesional e intente reconducir la situación, el daño está hecho. La precisión de la rabia de este ciudadano anónimo, lo onírico del entorno y el ritmo de todo ello en general llevan a pensar que puede que no actuara solo. En mi opinión, siendo esta la tesis del artículo, momentos como este cambian el curso de la historia, de la misma manera que todo aquel que siga el tenis sabe que hay puntos decisivos, que alteran no solo partidos sino carreras y hasta vidas. ¿Es Chema un agente de la CIA?¿Del MOSAD? ¿De la TIA? Me temo que nunca lo sabremos.

De manera inevitable, y aunque la mayoría de usuarios desconozcan el vídeo del radar, el meme permeó desde entonces la sociedad española con la rapidez que caracteriza a todo virus cultural.

Flashforward a la pasada jornada electoral del 28 de mayo y a esto que le sucedió a su Sanchidad al ir a ejercer su derecho a meter la papeleta:

Baste decir que Pedro, fino estratega y carente de pelos de tonto, es consciente en este instante de que esto puede significar su final. “Ya, ya, ya…muy bien”, musita. No puede disimular en absoluto su rabia y frustración. Su Sanchidad, derrotada por la peregrina ocurrencia de un señor en el Polígono industrial Soto de Cazalegas, Toledo.

Música: 4/5. La simplicidad de la rima consonante cabalga cual purasangre las sónicas ondas. Un heptasílabo que cobra vida por sí mismo, pero que también puede incluir la terminación “(…), Pedro” o “(…), Sánchez”, resultando en un prístino endecasílabo, pues esa paradiña previa a su nombre pide dos tiempos de silencio. No le doy un 5 porque no es una sola palabra y por no es tan fácil desenfundar, lo cual ya lo convertiría en un meme invencible.

Veneno: 5/5. Poco que aclarar. El meme ataca de manera frontal el cerebro reptiliano que todos los españoles tenemos cuando se menciona a la ETA, y por tanto el uso que la derecha patria hace de la historia de la banda terrorista. No sólo eso, sino que el funesto personaje que aparece en la rima es recordado por todo el país como un sujeto especialmente despreciable entre los despreciables, que se manejaba con chulería en la audiencia nacional, dueño de uno de esos rostros abyectos que despejan todas las dudas sobre el tipo de basura que se tiene enfrente. Ser asociado con este sujeto es de una dureza moral sin parangón. Y Sánchez lo sabe.

Daño Final: 4,7

  1. Epílogo

Una vez demostrada la imparable escalada del meme, estamos en disposición de vaticinar que, de esta, Pedro no sale. Acudiendo a la historia de nuestro país, resulta claro que si algo se nos da bien es ser creativos en el maldecir: lo retorcido del colmillo suele indicar con nitidez el grado de quemazón de los personajes públicos, y anticipar su inevitable desaparición de la res pública. Como escueta muestra:

  • Juana “La Beltraneja”. Hija de Enrique IV “ el Impotente”, dinastía con pedigrí en el meme. El mote de Juana, que hacía referencia a no ser hija de su estresado padre sino de un tal Beltrán, indudablemente inclinó la balanza de las lealtades de los nobles castellanos de la época. La Guerra Civil que se desató por el acceso al trono acabo situando como reina a una tal Isabel I, aka la Católica, junto a su marido Fernando.
  • Pepe Botella. José de Bonaparte recibió este etílico mote a manos de los fanboys de Fernando VII y demás reala española y muchos españoles de la época. Pese a que aparentemente no era bebedor, sin duda el meme ayudó a que el odio popular cristalizara y a que Pepe y demás mantequillófilos huyeran del país.
  • “Érase un hombre a una nariz pegado” (sobre Luis de Góngora). El mayor micdrop de la historia del rap, cortesía de Francisco de Quevedo. Cuentan que, por descontado, Luis no se recuperó de aquello3.
  • Váyase, señor González, váyase”. Esta aparentemente inocua frase adquiere una música irresistible dicha de entre dientes por Jose Mari Aznar para exigir la dimisión de Felipe Gónzalez en el año 1993. Fue rescatada para los millenials en boca de Doña Concha de “Aquí no hay quien viva”. Cuando la prosodia derriba gobiernos.
  • M. Rajoy: meme carente de música pero lleno de veneno, que más recientemente precipitó la moción de censura y posterior salida del gobierno del enigmático tautólogo de Pontevedra.

Del mismo modo que el continente precede al contenido (como se empeñan en explicar los arquitectos o David Byrne), los neologismos políticos aparecen para ser utilizados como herramienta simplificadora de la realidad que, usada mil veces (recordad ese adefesio, “negacionista”), adquiere categoría de realidad por la vía de los hechos.

Mas Pedro es capaz de todo. ¿Soportará la ominosa losa de un meme con tamaño potencial destructor? En su intervención del otro día volvió a relucir el brillo en su mirada, la mirada de el tigre de la socialdemocracia, del ala-pívot del progreso democrático. Tiene un objetivo que nadie conoce muy bien, pero lo tiene. Preparemos palomitas para ver el desenlace.

(Click aquí para seguir a la parte II)

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1 Localidad que, por cierto, cuenta con un pintoresco conjunto de abrevadero con mosaicos en azulejo e iglesia en su plaza mayor

2 No he querido saber - pero he sabido -, que el sujeto responde al nombre de Chema de la Cierva, profesión fotógrafo (lo cual cuadra con su braga polar y atuendo invernal técnico en general). En cualquier caso, es mejor imaginarse el resto, como explico más adelante.

3 Reproduzco aquí el soneto completo. Atención: abstenerse nariz-susceptibles.

​​Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,

muchísimo nariz, nariz tan fiera

que en la cara de Anás fuera delito

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