En lunes, sí. Justo después del Canela Party (id algún año, es una orden) y justo antes de que Oasis peguen mañana un campanazo (quizá)(ojalá) te traigo los discos que han salido esta semana, ahora que ya van terminando las horas bajas del verano empieza el movimiento, con uno de los más esperados del año y otros que merecen nuestra atención.
MVP: No dárselo a Fontaines D.C a estas alturas de la película sería bastante hipócrita, así que para ellos y merecidísimo, además. Pocas veces me paro a hablar algo más de un disco, pero este fin de semana se ha hablado y mucho de él. De la oscuridad del postpunk y la fama repentina, Grian Chatten ha resurgido entre las llamas armado con himnos de pop, esperanza, suspiros de ansiedad y el título de “nuevos salvadores del britpop”. También podrían darles el de “nueva poesía irlandesa”. Distintas maneras de enfrentarse, desde la música, a la angustia existencial. Ya avanzaba este camino en su disco en solitario del año pasado (sí) y sirve este como terapia y luz para quien lo canta y quienes lo escuchamos. Life ain’t always empty.
Creo que corazón que este será el disco que termine de poner en órbita a Magdalena Bay. Alegría, colorines, confetti, POP en mayúsculas, con bien de sintes, con media taza de vaporwave. Están ya de escenario principal y hora decente.
Otros que han dado un girito a su concepto: Zeal And Ardor han pasado de dar miedísimo a dar ternurita. Del métal más oscuro a la oscuridad más calmada. A favor siempre de la innovación, la experimentación y la sorpresa.
Y por ese mismo camino del giro, resulta que SPIRIT OF THE BEEHIVE también han decidido aportar una capa nueva a su visión del noise y la psicodelia. Mantienen lo básico, la estética (esas portadas <3), las ganas de aportar novedad y suenan como, y cito, un walkman dentro de un huracán.
Sabrina Carpenter es la nueva Olivia Rodrigo. Mis adolescentes de confianza ya están arañándose la cara a la espera de que gire por aquí, las estafen las con las entradas y los gastos de gestión y tengan que hacer una cola aterradora. Cada X meses surge una nueva diva del pop que antes eran denostadas pero ahora son the next best thing. A favor.
Tenderpunk. Así se autodefinen lIluminati hotties. En esta entrega tiran más por el tender que por el punk pero sigue habiendo rabia, guitarras, sol de california y razones para que sigan siendo uno de nuestros grupos fetiche.
Dos versiones de powerpop para esta semana: por un lado la parte más emo y grunge del asunto, con trazas de posthardcore y screamo y etiquetas como Fugazi, queer y furry todas juntas. La nueva cara se llama Spring Silver.
Y la versión más clásica del powerpop, la que tiende a janglepop nos viene de la mano de Chime School, desde San Francisco. Es imposible estar de mal humor mientras suena este disco de fondo.
Vamos con la dosis de shoegaze: Ex Pilots vienen de Pennsylvania y le meten unas guitarras al lofi y la distorsión que te dejan la cabeza en modo Hüsker Dü para un rato largo.
Hay quien compara a Sam Weber con el folk de Jackson Browne, pero si quieres una referencia más actual, otro Sam (Beam) es el que me viene a la cabeza. Otra perla que nos llega desde Canadá y van…
La gran promesa de las cantautoras portuguesas, Margarida Vasconcelos, reaparece con un EPcito que nos deja con ganas de más, malditos EPs.
Si escuchas ruiditos de fondo en las canciones de Joe P es porque las graba en su sótano y deja todo lo que cae por el medio. ¿Y las canciones? Himnos indies que merecen un estadio en las que cantarlas. Ha recuperado parte del EP que nos enamoró en 2021, un detalle ya redondo.
Resulta que se hace surf en Inglaterra. Me suena que poquitos discos costeros nos han llegado desde allí, pero vaya, ahora que vuelve el britpop, bienvenidos sean. Coge tu tabla y disfruta de la alegría de Dutch Criminal Record y su psicodelia para gen Z
Un like perdido a una canción de hace dos años de The Secret Beach ha hecho que nos paráramos en este disco de la americana más folk a pesar de lo estridente de la portada. Un remanso de paz para una semana loca desde, vaya, Canadá.
Pasan muchísimas cosas en el disco de Kishi Bashi. Su violín está pero aderezado con elementos de todas las décadas y, diría, todos los continentes. Un viaje en todos los sentidos.
Queda poco para septiembre y el bombardeo real de discos (por dios, la cosecha nacional qué coja se queda en verano), así que preparad las orejas para lo que se viene. Cuídate. Cuida de la Sanidad Pública.
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