El tarot como arte

La baraja incluye diagramas con hitos del siglo XX que han cambiado el curso de la historia

Ocurre algo mágico cuando una canción permanece durante mucho tiempo en el imaginario de alguien, solo porque coincidió en el espacio-tiempo con una época de su vida. Cuando esto pasa, no importan los años que hayan transcurrido que cada vez que vuelve a sonar, la canción te devuelve irremediablemente a ese momento. La pena es que quienes escribieron esas canciones nunca sabrán que han trascendido de esa forma en la vida de una persona, lo bueno es que es una forma mucho más íntima -y especial- de trascender

Febrero ha sido un buen mes para las que nos tiramos los años de universidad escuchando Russian Red (Lourdes Hernandez). Después de un tiempo de silencio musical, hace unas semanas por fin se publicó su nuevo disco, Volverme a enamorar (Sonido Muchacho). Me pasa que desde hace un año me cruzo constantemente con Lourdes por la calle, supongo que porque nuestras rutinas coinciden dentro de las mismas cuatro calles. Siempre me aflora un sentimiento de familiaridad extraño porque donde ella se está cruzando con una desconocida yo me estoy cruzando con alguien a quien le tengo cierto cariño precisamente porque tuve sus canciones como telón de fondo desde los dieciocho hasta los veintitantos. Hace unos días me quedé petrificada cuando el encuentro me pilló escuchando This is un volcán, primer single de este último disco. Al momento de parálisis absoluta por la coincidencia le siguió un sentimiento de vergüenza absurda. Vergüenza porque me sentía como si me acabaran de pillar entrando en la intimidad de alguien, y absurda porque lógicamente ella no podía imaginarse que su propia voz estaba sonando en los airpods de la persona con la que se estaba cruzando. Aunque empieza a ser normal encontrármela –y aunque no es raro que yo pueda estar escuchando Russian Red cualquier día de camino al trabajo–, la conjunción de las dos cosas le dio al momento cierto misticismo que se quedó conmigo para el resto del día.

Más tarde vi por redes que durante la presentación del disco en el Hotel Edition ella había estado leyendo el tarot a las personas que estaban allí. Probablemente influenciada por ese momento místico que había sido cruzármela, me puse a leer como una loca todo lo que hay sobre el tarot en internet y a hacer preguntas a un par de amigas que saben leerlo. También volví a escuchar el disco para entender cómo encajaba lo del tarot en todo eso y, aunque no llegué a ninguna conclusión concreta, sí me quedé pensando en que, independientemente de la disposición de cada uno a creer o no en este tipo de cosas, lo que es indiscutible es que la baraja del tarot es, como mínimo, un objeto bonito. Me vinieron a la cabeza varios tarots que han sido diseñados por artistas, el primero de ellos el de Dalí. El pintor catalán produjo una baraja en la que plasmó su mundo onírico, representaciones a sí mismo incluidas. En la carta de El Mago aparece el artista de pie sobre uno de sus míticos relojes derritiéndose, y en la carta de La Emperatriz se puede reconocer el rostro de su compañera Gala. En realidad, en un inicio el proyecto fue un encargo para la película “Vive y deja morir” de James Bond, para la que finalmente se utilizó un tarot diseñado por otro artista. Aun así, animado por Gala, que tenía predilección por la magia y lo oculto, Dalí continuó su proyecto y acabó publicando su propio tarot.

Algunos arcanos del Tarot de Dalí (1984)

Aunque probablemente el de Dalí sea un ejemplo mucho más conocido, no se puede hablar del tarot en la historia del arte sin mencionar a Leonora Carrington. Como su obra está repleta de referencias esotéricas, no es difícil encontrar escenas vinculadas a la lectura del tarot en muchas de sus pinturas. Pero más allá de estas referencias en los cuadros, hace tan solo unos años se descubrió una baraja que la artista había producido y que había estado oculta hasta entonces; un mazo de veintidós arcanos mayores en los que Carrington estuvo trabajando probablemente a mediados de los años cincuenta, ya que solo se conoce la fecha exacta de dos de ellos.

Cartas del Tarot de Leonora Carrington

No fue hasta 2018 cuando, con motivo del trabajo de investigación que dio como resultado la exposición Cuentos Mágicos para el Museo de Arte Moreno de México, la comisaria descubrió las veintidós cartas originales pintadas por la artista, que habían terminado en una colección privada. Para más misterio, los propios hijos de Leonora Carrington no se explicaban cómo había llegado la baraja completa a manos de un coleccionista privado. Fue una suerte que la encontraran porque cada carta es una pequeña obra en sí misma y la representación de los arcanos encaja perfectamente en el universo de la artista. La baraja se exhibió entonces por primera vez sesenta años después, junto con el resto de sus obras.

Si hay un tarot conocido, aunque por el nombre no lo sea tanto, es el Tarot Rider-Waite-Smith, de principios del siglo pasado, que fue fruto de una colaboración entre el ocultista Arthur Edward Waite, que ideó los conceptos y la estructura de las cartas, y la artista multidisciplinar Pamela Colman Smith, quien los diseñó a partir de las indicaciones de Waite.

Pamela Colman Smith Biography
Parte de los arcanos mayores del Tarot Rider-Waite-Smith (1910)

 

Parece que, aunque los derechos de autor sobre esta baraja expiraron en 2021, en Estados Unidos el juego entró en dominio público a mediados de los sesenta, por lo que lleva un tiempo considerable siendo uno de los tarots más reproducidos y usados en el mundo (lo que explicaría que la baraja sea tan conocida a pesar de que sus autores no lo sean). De hecho, la propia artista murió sin saber que el tarot lleva su nombre a día de hoy, ya que durante mucho tiempo se conoció simplemente como el “Tarot Rider-Waite”, haciendo alusión respectivamente a la editorial que lo publicó y a Arthur Edward Waite. Afortunadamente, se ha generalizado la mención a este tarot como “Tarot Rider-Waite-Smith” como forma de reconocer la enorme importancia que tuvo la contribución de Smith al proyecto.

Lo mejor de que el tarot esté de moda es que se esté aprovechando su universo y la estética tan evocadora de los arcanos para contar historias. En la última edición de la Feria ARCO que ha tenido lugar este fin de semana, la galería The RYDER Projects presentó las cartas del tarot de la artista londinense Suzanne Treister, que son así de increíbles:

Imagen que contiene GráficoDescripción generada automáticamente
Cartas del Tarot de Suzanne Treister (2012)

Más allá del arte, lo que realmente hace diferente a esta baraja es que no se limita a plasmar los arcanos, sino que tiene una clara intención de comunicar un mensaje. La baraja incluye diagramas con hitos del siglo XX que han cambiado el curso de la historia (el auge de Internet, la Inteligencia Artificial…) y alusiones al surgimiento de sistemas alternativos de creencias, como el Tecnogaianismo (que se basa en la idea de la tecnología como medio para restaurar el medio ambiente) todo ello mezclado con representaciones de personajes conocidos por haber estado rodeados de polémica; por ejemplo, “El Ermitaño” es Theodore Kaczynski -Unabomber- y “El Mago” es Timothy Leary, conocido por su defensa del uso de las drogas psicodélicas con fines terapéuticos en Estados Unidos. Parece que la intención de la artista hubiera sido incitar a la reflexión invitando a cualquiera que lo consulte a relacionar entre sí las cartas, siguiendo el sistema propio de interpretación del tarot. Visto de otra forma, sería una especie de tarot que se pudiera leer al conjunto de los mortales. Todo ello con un diseño y unos colores loquísimos.

No sé a cuál de estas barajas se parecerá el tarot que Russian Red estaba leyendo durante la presentación de su disco, pero sí que sus canciones seguirán devolviéndome a épocas pasadas cuando las escuche años después; quién sabe si las de este nuevo disco también. El día 23 de este mes toca en Madrid. Solo espero que haya tarots en el merch.

Una fila de diferentes coloresDescripción generada automáticamente con confianza media
El Tarot completo de Suzanne Treister expuesto en ARCO 2024, que me habría llevado a mi casa.

Lee a tus autores favoritos y apoya directamente su trabajo independiente y audaz.
VER PLANES
Artes

El tarot como arte

La baraja incluye diagramas con hitos del siglo XX que han cambiado el curso de la historia

Ocurre algo mágico cuando una canción permanece durante mucho tiempo en el imaginario de alguien, solo porque coincidió en el espacio-tiempo con una época de su vida. Cuando esto pasa, no importan los años que hayan transcurrido que cada vez que vuelve a sonar, la canción te devuelve irremediablemente a ese momento. La pena es que quienes escribieron esas canciones nunca sabrán que han trascendido de esa forma en la vida de una persona, lo bueno es que es una forma mucho más íntima -y especial- de trascender

Febrero ha sido un buen mes para las que nos tiramos los años de universidad escuchando Russian Red (Lourdes Hernandez). Después de un tiempo de silencio musical, hace unas semanas por fin se publicó su nuevo disco, Volverme a enamorar (Sonido Muchacho). Me pasa que desde hace un año me cruzo constantemente con Lourdes por la calle, supongo que porque nuestras rutinas coinciden dentro de las mismas cuatro calles. Siempre me aflora un sentimiento de familiaridad extraño porque donde ella se está cruzando con una desconocida yo me estoy cruzando con alguien a quien le tengo cierto cariño precisamente porque tuve sus canciones como telón de fondo desde los dieciocho hasta los veintitantos. Hace unos días me quedé petrificada cuando el encuentro me pilló escuchando This is un volcán, primer single de este último disco. Al momento de parálisis absoluta por la coincidencia le siguió un sentimiento de vergüenza absurda. Vergüenza porque me sentía como si me acabaran de pillar entrando en la intimidad de alguien, y absurda porque lógicamente ella no podía imaginarse que su propia voz estaba sonando en los airpods de la persona con la que se estaba cruzando. Aunque empieza a ser normal encontrármela –y aunque no es raro que yo pueda estar escuchando Russian Red cualquier día de camino al trabajo–, la conjunción de las dos cosas le dio al momento cierto misticismo que se quedó conmigo para el resto del día.

Más tarde vi por redes que durante la presentación del disco en el Hotel Edition ella había estado leyendo el tarot a las personas que estaban allí. Probablemente influenciada por ese momento místico que había sido cruzármela, me puse a leer como una loca todo lo que hay sobre el tarot en internet y a hacer preguntas a un par de amigas que saben leerlo. También volví a escuchar el disco para entender cómo encajaba lo del tarot en todo eso y, aunque no llegué a ninguna conclusión concreta, sí me quedé pensando en que, independientemente de la disposición de cada uno a creer o no en este tipo de cosas, lo que es indiscutible es que la baraja del tarot es, como mínimo, un objeto bonito. Me vinieron a la cabeza varios tarots que han sido diseñados por artistas, el primero de ellos el de Dalí. El pintor catalán produjo una baraja en la que plasmó su mundo onírico, representaciones a sí mismo incluidas. En la carta de El Mago aparece el artista de pie sobre uno de sus míticos relojes derritiéndose, y en la carta de La Emperatriz se puede reconocer el rostro de su compañera Gala. En realidad, en un inicio el proyecto fue un encargo para la película “Vive y deja morir” de James Bond, para la que finalmente se utilizó un tarot diseñado por otro artista. Aun así, animado por Gala, que tenía predilección por la magia y lo oculto, Dalí continuó su proyecto y acabó publicando su propio tarot.

Algunos arcanos del Tarot de Dalí (1984)

Aunque probablemente el de Dalí sea un ejemplo mucho más conocido, no se puede hablar del tarot en la historia del arte sin mencionar a Leonora Carrington. Como su obra está repleta de referencias esotéricas, no es difícil encontrar escenas vinculadas a la lectura del tarot en muchas de sus pinturas. Pero más allá de estas referencias en los cuadros, hace tan solo unos años se descubrió una baraja que la artista había producido y que había estado oculta hasta entonces; un mazo de veintidós arcanos mayores en los que Carrington estuvo trabajando probablemente a mediados de los años cincuenta, ya que solo se conoce la fecha exacta de dos de ellos.

Cartas del Tarot de Leonora Carrington

No fue hasta 2018 cuando, con motivo del trabajo de investigación que dio como resultado la exposición Cuentos Mágicos para el Museo de Arte Moreno de México, la comisaria descubrió las veintidós cartas originales pintadas por la artista, que habían terminado en una colección privada. Para más misterio, los propios hijos de Leonora Carrington no se explicaban cómo había llegado la baraja completa a manos de un coleccionista privado. Fue una suerte que la encontraran porque cada carta es una pequeña obra en sí misma y la representación de los arcanos encaja perfectamente en el universo de la artista. La baraja se exhibió entonces por primera vez sesenta años después, junto con el resto de sus obras.

Si hay un tarot conocido, aunque por el nombre no lo sea tanto, es el Tarot Rider-Waite-Smith, de principios del siglo pasado, que fue fruto de una colaboración entre el ocultista Arthur Edward Waite, que ideó los conceptos y la estructura de las cartas, y la artista multidisciplinar Pamela Colman Smith, quien los diseñó a partir de las indicaciones de Waite.

Pamela Colman Smith Biography
Parte de los arcanos mayores del Tarot Rider-Waite-Smith (1910)

 

Parece que, aunque los derechos de autor sobre esta baraja expiraron en 2021, en Estados Unidos el juego entró en dominio público a mediados de los sesenta, por lo que lleva un tiempo considerable siendo uno de los tarots más reproducidos y usados en el mundo (lo que explicaría que la baraja sea tan conocida a pesar de que sus autores no lo sean). De hecho, la propia artista murió sin saber que el tarot lleva su nombre a día de hoy, ya que durante mucho tiempo se conoció simplemente como el “Tarot Rider-Waite”, haciendo alusión respectivamente a la editorial que lo publicó y a Arthur Edward Waite. Afortunadamente, se ha generalizado la mención a este tarot como “Tarot Rider-Waite-Smith” como forma de reconocer la enorme importancia que tuvo la contribución de Smith al proyecto.

Lo mejor de que el tarot esté de moda es que se esté aprovechando su universo y la estética tan evocadora de los arcanos para contar historias. En la última edición de la Feria ARCO que ha tenido lugar este fin de semana, la galería The RYDER Projects presentó las cartas del tarot de la artista londinense Suzanne Treister, que son así de increíbles:

Imagen que contiene GráficoDescripción generada automáticamente
Cartas del Tarot de Suzanne Treister (2012)

Más allá del arte, lo que realmente hace diferente a esta baraja es que no se limita a plasmar los arcanos, sino que tiene una clara intención de comunicar un mensaje. La baraja incluye diagramas con hitos del siglo XX que han cambiado el curso de la historia (el auge de Internet, la Inteligencia Artificial…) y alusiones al surgimiento de sistemas alternativos de creencias, como el Tecnogaianismo (que se basa en la idea de la tecnología como medio para restaurar el medio ambiente) todo ello mezclado con representaciones de personajes conocidos por haber estado rodeados de polémica; por ejemplo, “El Ermitaño” es Theodore Kaczynski -Unabomber- y “El Mago” es Timothy Leary, conocido por su defensa del uso de las drogas psicodélicas con fines terapéuticos en Estados Unidos. Parece que la intención de la artista hubiera sido incitar a la reflexión invitando a cualquiera que lo consulte a relacionar entre sí las cartas, siguiendo el sistema propio de interpretación del tarot. Visto de otra forma, sería una especie de tarot que se pudiera leer al conjunto de los mortales. Todo ello con un diseño y unos colores loquísimos.

No sé a cuál de estas barajas se parecerá el tarot que Russian Red estaba leyendo durante la presentación de su disco, pero sí que sus canciones seguirán devolviéndome a épocas pasadas cuando las escuche años después; quién sabe si las de este nuevo disco también. El día 23 de este mes toca en Madrid. Solo espero que haya tarots en el merch.

Una fila de diferentes coloresDescripción generada automáticamente con confianza media
El Tarot completo de Suzanne Treister expuesto en ARCO 2024, que me habría llevado a mi casa.

Lee a tus autores favoritos y apoya directamente su trabajo independiente y audaz.
VER PLANES