Exhortación impertinente a mis hermanas poetisas
Victoria finaliza su videollamada y se encuentra con su compañera de clase, llamémosla Nuria. Ya imagino que en sus apellidos hay algún que otro guion. Viene con el pelo mojado, sube en Callao. Me hace pensar que vive por aquí. Es una de esas niñas que viven en Callao. Ya de primeras me provoca risa. Se juntan y todo es açaí, AOVE, Longchamp.