Una historia en cada esquina
Aun así me fascinó esta película porque se desarrolla en el Cádiz de 1895, en pleno Carnaval. El filme muestra esta fiesta muy parecida a la actual, calles inundadas de papelillos y serpentinas, carruseles de coros y agrupaciones disfrazadas cantando coplas con un vaso de vino en la mano. La fiesta es la misma, al menos la idea que tiene de ella el gaditano.